Así copia Lenny Kravitz
El neoyorquino tiene nuevo álbum, 'Black and white America'. Su primer single, ‘Stand’, suena a Elvis Costello por los cuatro costados. No es el único parecido sospechoso en su carrera. Analizamos los más descarados. Por Rafael Oscarsson
La portada del single 'Stand', de Lenny Kravitz.
Lenny Kravitz regresa con nuevo álbum a finales de agosto, cuyo título anunciado es Black and white America. Y pinta que vuelve a tirar de las buenas maneras de otros, a juzgar por su primer single, Stand.
Porque pocos como el músico neoyorquino han tomado de otros para construir sus propios éxitos.
¿Dónde va el límite entre influencias fuertes y copiar?
Aquí ofrecemos cinco canciones que muestran cómo en su caso la balanza cae claramente sobre lo segundo.
- Stand: Lanzándose a por Costello
En este sencillo que presenta su nuevo disco ha abandonado su obsesión por el rock de estadio de los 70,
que tan presente ha estado en su carrera.
Esto va de guitarras rabiosas y estribillos contagiosos de la nueva ola. Y para ser más precisos: suena sospechosamente parecido a los momentos más enérgicos de Elvis Costello, los de sus intocables
primeros álbumes de pop ultra enérgico como My aim is true o This year’s model.
Juzga tú mismo con este Stand.
Are you gonna go my way: Cuando Hendrix resucitó en los 90
Casi es posible cantar la letra del icónico tema Purple haze, de Jimi Hendrix, sobre las machaconas
guitarras del gran éxito de Kravitz de los noventa.
Rozar el plagio no le impidió encabezar listas de todo el mundo.
En el vídeo musical de este tema, él y su banda parecen dobles del gran Hendrix.
- Rock and roll is dead: La obsesión zeppeliniana
Otro caso de parecido más que sospechoso.
Entra una guitarra bluesera y sucia, a la que le sigue una batería envolvente y una potente voz aguda.
¿A quién recuerda? Un, dos, tres, responda otra vez: a Led Zeppelin.
Éste no es el único ejemplo en su discografía de evocación zeppeliana, pero sí el más descarado.
Queda constatado en este tema: el bueno de Lenny se pasó sus buenas horas escuchando a Plant, Page y compañíaen sus años mozos y setenteros.
- It ain’t over 'til it’s over: El príncipe hurtado
Prince es otro nombre de cabecera para Kravitz.
Aquí emula al de Minneapolis, dejándose llevar por el funk sexy y la falta de miedo a los falsetes.
Más Prince que el propio Prince. Este combinado le valió para crear otro gran éxito, infalible a altas horas de cualquier bar de copas que se precie.
Dancin’ till dawn: Como Lennon de los 70
Si Kravitz pudiera elegir una década en la que vivir para la eternidad, se quedaría con los 70.
Sin dudarlo. En esta composición más reciente, y menos conocida, suena clavado a aquellos temas sucios y urbanos que John Lennon sacó entonces.
Sobre todo por su persistente ritmo de batería y esas voces que parecen cantadas a varios metros del micrófono. Atención.
uy saber de un cantante sobre esot nos en agradable o no? véanlo...
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